Ayer viernes 26 de junio, el CEGMA (Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz) del Estrecho liberó tres tortugas bobas (Caretta caretta) en la playa de “El Buzo”, en El Puerto de Santa María (Cádiz). Estos ejemplares estaban en dicho centro recuperándose de diversas lesiones: daños leves en el caparazón y colonización de algas, conjuntivitis, debilidad y síntomas de neumonía en algún caso. Dos de estas tortugas se encontraron en el municipio de Huelva, mientras que la tercera fue rescatada por pescadores en alta mar en la Bahía de Cádiz, comportamiento que desde MUREX felicitamos por ser ejemplar, responsable y solidario.
Fotos 1 y 2. Tortugas bobas liberadas: Homer, Bart y Lisa. Fuentes: Juan Carlos Teruel y MUREX.
Pero esta suelta ha sido especial, ya que en esta ocasión (y por primera vez) se ha invitado a participar en ella a entidades de voluntariado ambiental de la provincia que han dedicado una gran parte de su labor altruista a la atención primaria de varamientos de tortugas y mamíferos marinos a través de la Red de Voluntarios Ambientales del Litoral Andaluz. Por parte de la Red Litoral estaban invitadas MUREX (Bahía de Cádiz) y Trafalgar (Barbate). También estaba invitado el grupo DELPHI de Ecologistas en Acción, pero llegaron tarde.
La suelta empezó a las 11:00 de la mañana. Mientras parte del equipo del CEGMA acotaba la zona de suelta, parte de los voluntarios ayudaban a transportar equipo a la playa, a refrescar a las tortugas (con ayuda de los veterinarios del CREA Dunas de San Antón) y a la difusión ambiental entre el público expectante, que cada vez era mayor. Muchos pensaban que estos animales venían de América, ya que no sabían que la tortuga boba es una especie común en el Mediterráneo. El equipo de veterinarios del CREA estuvo muy cercano con el público, invitando a que los niños se acercaran a las tortugas.
Fotos 3 y 4. Daniel y Juan Carlos Teruel (MUREX) remojan con agua a las tortugas, con ayuda de Juan Carlos Capuz (CREA Dunas de San Antón). Fuente: Juan Carlos Teruel.
Foto 5. Luis Balladares (MUREX) vigila que Homer no se escape. Fuente: Juan Carlos Teruel.
Foto 6. Dolores Iglesia (Trafalgar) informando al público sobre la tortuga boba y los varamientos, junto a Antonio Moreno (Auxiliar del CEGMA). Fuente: MUREX.
Una vez que los técnicos del CEGMA estaban en el agua equipados para el acompañamiento inicial de las tortugas, se procedió a la suelta. La Asociación de Voluntarios Ambientales TRAFALGAR (Barbate) fue la primera y liberó a Bart. A continuación la Asociación Medioambiental MUREX soltó a Lisa y por último, los miembros del CEGMA hicieron lo propio con Homer.
Video 1. María Santamaría y Doris Iglesias (TRAFALGAR) liberan a Bart. Fuente: MUREX.
Fotos 7 y 8. María José Tirado (MUREX) suelta a Lisa. Fuente: Juan Carlos Teruel.
Foto 9. Miembros del CEGMA liberan a Homer. Fuente: CEGMA de Algeciras.
La suelta finalizó con una foto de grupo de todos los que asistieron a la suelta: veterinarios del CREA Dunas de San Antón, técnicos del CEGMA de Algeciras y voluntarios ambientales de MUREX y TRAFALGAR.
Foto 10. Foto de grupo. Fuente: Juan Carlos Teruel.
Desde MUREX queremos agradecer al equipo del CEGMA de Algeciras, en especial a María del Carmen Arroyo Tenorio, la invitación a este acto simbólico, que tanto ha emocionado a los voluntarios que llevan más de 10 años asistiendo varamientos. También por la tan buena predisposición a colaborar que nos han mostrado. ¡¡¡Gracias de verdad!!!
También nos gustaría hacer una reflexión sobre la actitud que mostraron algunas personas que estaban en la playa y que no quisieron perderse la suelta. Varias personas se saltaron el cordón de seguridad y se pusieron muy cerca de la orilla en el momento de la suelta, para sacar una mejor foto. Esas personas olvidaron que sus cámaras tienen un zoom que les permite acercar la imagen. También olvidaron que para sacar una buena foto, no hace falta estar a 2 metros del animal. Y también olvidaron que lo único que se logra poniéndose a tan poca distancia de la tortuga es aumentar su estrés y que la suelta pueda no ir todo lo bien que debería. El balizar la zona de suelta tiene un sentido, que es precisamente dejar un espacio de confort al animal para que no se inquiete y que pueda volver a su medio en un ambiente de paz y tranquilidad. Pero algunos de los asistentes no se dieron cuenta e hicieron justo lo que no se debe hacer. Esperamos que si tienen la suerte de coincidir con un evento similar, hagan lo correcto.