A principios de este año 2014 os comentamos en este post que el Gobierno aprobó el anteproyecto de la nueva Ley de Parques Nacionales, el cual incluía los siguientes puntos polémicos:
- Permitir la navegación en el parque nacional de Monfragüe.
- El vuelo sin motor en la Sierra de Guadarrama.
- Excepción a la prohibición de cualquier tipo de urbanización o edificación en estos espacios.
- Devolución al Gobierno de las potestades para la regularización del procedimiento de declaración de los parques, la declaración del estado de emergencia por catástrofe medioambiental y la intervención del Estado en caso de conservación desfavorable (el Consejo de Estado, órgano consultivo, presentó una enmienda a la totalidad porque apreciaba indicios de anticonstitucionalidad, por la invasión en competencias de las Comunidades Autónomas por parte de la Administración General del Estado).
Pues ya tenemos la nueva ley, porque el pasado martes 23 de septiembre el Congreso de los Diputados la aprobó, contando únicamente con los votos del Partido Popular, algo que pasa ya de la excepcionalidad para convertirse en costumbre en este gobierno.
La nueva ley permitirá la navegación por Monfragüe y el vuelo sin motor por el Guadarrama, siempre con "fines de difusión del patrimonio natural" y para el caso del Guadarrama, el PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) podrá establecer restricciones de cotas, zonas y periodos para que esta actividad no resulte incompatible con la conservación de los recursos naturales. Y también devuelve al Gobierno la capacidad de intervenir en estos espacios en caso de catástrofes o situaciones extraordinarias que supongan un riesgo para la riqueza natural que habita dichos enclaves.
En contraposición, prohíbe la caza, la pesca, la tala comercial y la urbanización en estos espacios, a excepción de los núcleos urbanos localizados dentro de los parques nacionales de Monfragüe y Picos de Europa.
Cierto es que la nueva Ley de Parques Nacionales zanja la polémica sobre la posibilidad o no de urbanizar dentro de estos parques, pero solo elimina uno de los cinco puntos polémicos que arrastra esta ley, un punto además de muy difícil justificación y de encajar en nuestro ordenamiento jurídico y territorial.
Esperemos que los nuevos usos permitidos, mientras sigan siéndolo, se compatibilicen de la mejor manera posible con el mantenimiento y conservación del patrimonio que pretende difundir. Sería muy triste ir a una FIO "silenciosa".
