El titular de la noticia no es broma, el Ministerio de Medio Ambiente pretende poner a la venta la Finca de la Almoraima, una de las fincas forestales públicas más grandes de Europa. Esta finca, localizada en los términos municipales de Castellar de la Frontera, San Roque, Los Barrios y Jimena de la Frontera (provincia de Cádiz) y próxima a Marbella, era uno de los latifundios más impotentes de este país y en 1983 el Estado se la expropió a Rumasa. Su extensión es de 4.101 hectáreas, el 10% de la superficie total del Parque Natural Los Alcornocales y el 90% de los terrenos de la Finca están dentro de los límites de dicho parque. En términos ecológicos, esta finca posee un alto valor ya que cuenta con uno de los últimos reductos de bosque tropical del continente y es una de las zonas fundamentales de refugio de alimentación de las aves en su paso migratorio. Pero no sólo es importante por su valor biológico, sino por los bienes y servicios que presta: sector agrario.
Según el alcalde de Castellar de la Frontera, Juan Casanova (IU), "la empresa que gestiona la finca redactó un Plan Especial de Ordenación de Uso con hotel de cinco estrellas, dos campos de golf y un aeródromo, lo que hace pensar que se quiere continuar con el modelo de ladrillo". Por su parte Isabel Ugalde, gerente de la empresa que gestiona esta finca (Almoraima S.A.), explica que el hotel se contempla en las 1.500 ha de la finca que se encuentran fuera del parque natural y que todo está diseñado acorde a la legislación vigente: al POTA, a los PGOU a los planes subregionales, a la Ley del Suelo Andaluza. La idea del plan es fijarse en el desarrollo de provincias como Málaga, frente al subdesarrollo de la provincia de Cádiz". Y añade "para llevar a cabo el plan no es estrictamente necesario la venta. Ahora bien, el Estado quiere vender porque hay que establecer prioridades, más en una época de austeridad como ahora, y un Gobierno no está para criar vacas o extraer corcho". Asimismo admite que "será difícil encontrar comprador y que por las características de finca enorme de caza con aeródromo y a 70 kilómetros de Marbella, lo previsible es que un magnate del Golfo o del Este sean los principales destinatarios de la oferta. Tampoco se descarta venderla a trozos"
Como ciudadanos, no podemos permitir que una parte de un espacio natural de enorme valor ecológico y socio-económico, ya que alberga muchos bienes y servicios para la la comunidad, se ponga a la venta por intereses privados. Esta iniciativa es una muestra más de la ideología política de este Gobierno, anclada en los años 50: permitir el libre comercio con bienes PÚBLICOS. Y como excusa nos dicen que no hay otra forma de salir de la crisis, que hay que vender bienes que nos pertenecen a todos para paliar la situación que unos pocos han provocado. Y eso no puede ser. La legitimidad que le da las urnas al partido que gana unas elecciones no puede ser una carta en blanco para desmontar, privatizar y enriquecerse con los bienes y servicios públicos. Porque no nos olvidemos que estos espacios naturales nos prestan diversos servicios. El problema muchas veces está en la percepción que tenemos de ellos, que por la condición de intangibilidad que estos bienes nos aportan (belleza, diversión, alegría, calidad de vida...) o de no rendimiento económico a muy corto plazo, no tiene valor. Y NO ES ASÍ.
Por eso os pedimos que pinchéis en el enlace y firméis. Hagámosles saber que la ciudadanía ya no está dispuesta a perder los pocos espacios naturales que nos quedan, los espacios públicos que nos pertenecen a todos. Que quede por ellos, no por nosotros.
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